[Se abre el telón. Varios fans de la aventura dialogan en una red social]
Persona 1 : He jugado la última aventura de Paquito y no me ha gustado, de hecho me ha parecido mediocre.
Persona 2 : Pensaba que en el mundo de la aventura todos éramos amigos, reinaba el buen rollo y solo se permitían las críticas positivas. Esta crítica me ofende, me voy del grupo.
[Sale del grupo. Se cierra el telón.]
Dramatización basada en hechos reales.
Hoy vamos con un tema controvertido: ¿Tiene sentido hacer crítica en un entorno de aficionados? Es una pregunta que me he hecho alguna vez. ¿Cómo deberíamos criticar los juegos cuando estos no pertenecen a un mercado profesional? ¿Es igual un juego hecho por hobby que uno con ambiciones comerciales? ¿Como de exigentes podemos ser? ¿Dónde ponemos el listón?
Cada persona que está en el mundillo del «homebrew» (o juegos hechos por hobby) lo verá de una manera distinta. Cada cual tiene sus razones personales para hacer un juego, su experiencia, tiempo libre, talento y ambiciones. Para algunos es un simple hobby, quizá un experimento o un capricho, tal vez una manera de aprender haciendo, mientras que otros tienen la ambición de ir un poco más allá, crear un juego que destaque de algún modo, superar a otros o superarse a sí mismos. Unos están aún empezando y otros tienen años y proyectos a sus espaldas. Los desarrolladores aficionados no son todos iguales. Entonces ¿cómo hay que juzgar su trabajo?
A veces tenemos referencias que ayudan a valorar el trabajo del autor. Si sabemos que se ha currado el marketing o incluso el juego es de pago, si podemos ver ambición en ese proyecto, ahí entiendo que el autor «va en serio» y esperará que le tomes en serio. Otras veces, en cambio, es alguien que admite abiertamente que acaba de empezar, que está aprendiendo, percibes humildad en la manera de presentar su creación. Y en estos caso, lo normal cuando uno hace crítica es intentar ponerse al nivel de la liga en la que juega este autor. Valorar la obra de principiante como lo que es.
Pero otras veces no tenemos una referencia de quién, cómo o por qué hizo ese juego, qué experiencia tenía o qué ambiciones le movían. Entonces ¿cómo valoramos su trabajo? ¿dónde ponemos el listón? ¿Cada autor decide dónde quiere que lo pongamos? ¿Lo ponemos siempre bajo, para no equivocarnos? ¿O quizá es mejor no hacer nunca una criticar negativa para no molestar a nadie?
Evidentemente el listón no lo puede poner el propio autor. El listón lo pone el mercado. Lo que hay ahí fuera, la media de calidad de los juegos del mismo estilo o género que tenemos a nuestra disposición. Ese es el listón. ¿Está tu juego dentro de la media? ¿Por encima? ¿Por debajo? Pues eso es lo que hay que tomar como referencia.
De otro modo, la crítica no es una crítica de verdad. Es, en todo caso, una «review», una noticia, una forma de decir al mundo «oye, que este juego ha salido al mercado» pero sin entrar en valorar sus cualidades, sin señalar sus aciertos o errores, sin profundizar en los entresijos del juego. Y eso también está bien, hace falta gente que informe de lo que va saliendo al mercado. Pero eso no es crítica. La crítica es otra cosa.
Por supuesto, la crítica hay que saber hacerla. Una crítica no es decir «esta aventura es una obra maestra» y «esta otra es una mierda pinchada en un palo». Hay que explicar por qué pensamos esto o lo otro de una manera constructiva. El crítico tiene que convencer al lector de que sabe de lo que habla y tiene motivos para decir lo que dice. Si está bien explicado, tanto lo positivo como lo negativo tendrá su justificación. Y puede ser útil tanto para los jugadores como para el desarrollador. Los jugadores tendrán una referencia a la hora de decidir si les interesa jugar o no. Y el desarrollador podrá aprender de los puntos débiles de su obra y mejorar para futuros proyectos.
No tienes por qué estar de acuerdo con la opinión del crítico. No tienen por qué gustarte todas las críticas. Pero creo que la crítica es necesaria. Y no me voy a poner a explicar ahora por qué es necesaria, me parece una obviedad.
Yo mismo, cuando supe que iba a aparecer una crítica de mi aventura RESCATE 2019 en el CAAD, estaba preparado para lo que fuera. No sabía quién la escribía ni qué iba a decir de mi juego. Lo mismo podía ser una crítica positiva, tibia, o totalmente negativa. Yo lo sabía y estaba preparado para lo que fuese, porque entiendo que son las reglas del juego y yo acepté jugar el día que publiqué mi aventura. Tuve la inmensa suerte de que al final la crítica la hizo alguien a quien le encantó mi trabajo, pero yo estaba listo para recibir palos si hacía falta y encajarlos lo mejor que pudiera.
Todos hemos escuchado alguna vez eso de: «yo hago esto para mí, no me importa lo que piensen los demás». Pero a mí no me acaba de convencer este argumento. Cuando publicas algo, un juego, un vídeo de youtube, una entrada de blog como esta… lo que sea, lo publicas para los demás, no para ti. Y, una vez publicado, te expones a las críticas y (tácitamente) estás aceptando las reglas del juego. Porque si no puedes encajar una crítica, lo que tienes que hacer es no publicar.
Como escribí en el CAAD 52:
«Le he dado muchas vueltas al tema […] lo que hace falta en el mundillo de la aventura es crítica seria y honesta. Crítica que señale lo bueno y también lo malo de los juegos, en lugar de limitarnos a darnos palmaditas en la espalda entre nosotros y premios por participar. Porque si todos los desarrollos merecen aplauso, entonces no hay diferencia entre unos y otros, no hay juegos mejores o peores y las críticas no sirven para nada, salvo como promoción.»
El tema es que me ha pasado varias veces que busco información sobre cierta aventura de texto en internet y todo lo que encuentro son reseñas, texos cortos que simplemente me informan de que esa aventura existe, pero ni una sola crítica tal y como yo entiendo el concepto de «crítica». Aquí hago un inciso para aplaudir la labor que hace Juan José Muñoz y su renacido CAAD.
También, en un par de ocasiones, he asistido a berrinches por parte de autores que recibieron una mala crítica. Y una de esas veces el crítico era yo…
Es algo habitual en el mundillo, quizá porque asumimos que somos pocos y que es solo un hobby y… ¿para qué vamos a crear mal rollo entre nosotros? Mejor que cada cual juegue la aventura y juzgue por sí mismo… Pero yo no lo veo así, no comparto ese punto de vista. Este «hobby» nunca va a crecer hasta que no nos lo empecemos a tomar en serio.
Aún teniendo en mente que esto es solo un hobby y que no todo el mundo tiene las mismas ambiciones, al final la crítica honesta es algo necesario y mucho más útil -tanto para los jugadores como para los creadores- que las palmaditas en la espalda por amiguismo o el silencio para evitar molestar.
Y que cada cual se lo tome como quiera.
Las críticas son necesarias, pero como sucede en otros sectores, los críticos más o menos profesionales (no uno que de su opinión subjetiva) son gente que no crean, es decir, esa es un poco la función del arbitro, que no compita. Criticar, siendo creador (ya sea escritor, cineasta o cocinero), es muy peligroso porque es muy fácil que alguien se rebote y se desate una guerra de críticas. Porque como bien dices, a todos en realidad nos importa lo que digan.
Suscribo prácticamente todo el artículo.
En mi opinión el problema de las críticas, de software y en general, es que no aceptan la reciprocidad.
Me explicaré antes de que me caigan palos por todos lados.
De un tiempo a esta parte, los «críticos» dan por sentado que sus palabras las esculpirán en piedra sus seguidores y las bajarán del monte Horeb entre cánticos y loas.
Los mal llamados críticos se han convertido en una especie de gurús a los que siguen sus adeptos sin cuestionar ni una sola coma.
Volviendo al tema que nos ocupa. Esta falta de «humildad» por parte de algunos se generaliza, como también está de moda últimamente, y se toma cualquier crítica como una maldición in aeternum.
Muchos creadores autocensuran sus propias creaciones por el «que dirán», y su baja autoestima nos priva de, quizás, una obra maestra.
Es por ello que muchos apasionados tienden a endulzar cualquier comentario para no herir el maltrecho ego del creador novel, causando de este particular modo, una relajación en los estándares de calidad necesarios.
Se me antoja complicado juzgar a todos los productos por el mismo rasero. Evidentemente, un buen partido de un jugador infantil de balonmano puede significar que, simplemente ha llegado a casa con las gafas intactas, mientras que en un jugador profesional deberíamos valorar otros factores.
Y termino precisamente con esto, dependiendo de la obra que estemos juzgando deberíamos basarnos en unos parámetros u otros, y, en el caso de no conocer la historia o las circunstancias de la creación de un juego, optar por la crítica menos estricta como deferencia por nuestra poca capacidad de investigación.
Un saludo y un genial trabajo, como siempre.
Muy de acuerdo con el artículo, sí. A mi forma de verlo…son muchas cosas que influyen.
Alguien saca una aventura por amor al arte, con buenas intenciones y ganas de darle vidilla al género. Y, vaya, por lo que sea no te ha gustado… Lo justo es hacer una crítica CONSTRUCTIVA y exponer los motivos de forma correcta. Hacer hincapié en lo que si te ha gustado y animar al autor a que siga adelante en otros proyectos… No sé, algo así. También si le damos el visto bueno a todo…flaco favor hacemos.
De todas formas creo que es evidente cuando se hacen críticas honestas (positivas o no) a cuando se forman grupitos y corralas… Yo me mantengo alejado de todo esto y mediante artículos, tweets o alguna publicación, voy viendo a quién merece la pena escuchar y a quién no.
Un artículo que conviene leer y aplicar.
Sin crítica no hay forma de mejorar, por muy bueno que haya sido el testeo. Y ciertamente saber criticar requiere un tiempo, esfuerzo y (admitámoslo) habilidad que no todos tienen. Yo ciertamente creo ser mejor autor que crítico, especialmente porque (mea culpa) publico trabajos de ficción interactiva mucho más que lo que los crítico…